El paso de Antonio Velasco Piña y Alberto Ruz Buenfil, deja más que bendiciones y buenas energía para el territorio vallecaucano. También deja reflexiones sobre nuestro conocimiento de la cultura, la historia y la geografía en la que vivimos, con un fuerte llamado de atención a conocer y reconocer el lugar dónde habitamos y la realidad que deseamos transformar.
En su paso por Cali, Antonio visitó diferentes puntos históricos y monumentos, que hoy, forman el patrimonio cultural e historico del pueblo vallecaucano. La belleza de las imágenes y la simbología explícita, pero desapercibida a los ojos locales, fueron lo más significativo del recorrido y la reconstrucción histórica de este mexicano que, entre otras cosas, nos recordó la tarea inaplazable de descubrir a nuestros ojos el sentido del equilibrio entre lo femenino y lo masculino de las relaciones que se siguen tejiendo entre los diversos aspectos de las dinámicas sociales de la región.Ahora sigue el turno para Bogotá. Desde este viernes, los pobladores de Bakatá estarán en compañía de Alberto Ruz, en una programación especial que incluye actividades rituales y conferencias alrededor del cómo construir activamente y fomentar la transformación y el despertar de la consciencia del pueblo colombiano.



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